miércoles, 17 de octubre de 2012

Material de lectura seleccionado para la sección 11 CINU


Capacidad, sistema
      El lenguaje es un fenómeno social que generalmente se confunde con la lengua; pero, no son lo mismo. Diversos autores, desde la antigüedad, han tratado de explicar el lenguaje. A lo largo del tiempo, muchos estudiosos, de acuerdo con la tradición filosófica, han denominado lenguaje a la capacidad que tiene el hombre de establecer comunicación mediante signos orales y escritos. Para hacer realidad tal capacidad, se necesita disponer de una lengua. Así, lengua es "aquel instrumento que sirve para expresar ideas" o "el sistema de signos que se emplea como medio de comunicación". Se puede deducir que todos los órganos pueden servir para producir un lenguaje: la música, la risa, el llanto, las manos; y también, objetos: banderas, pañuelos, abanicos... han creado lenguaje. La misma tradición filosófica postula que las lenguas humanas constituyen un lenguaje especial y diferente a los demás, pero sin demostrar nunca donde reside su especificidad. El lenguaje presenta diversas manifestaciones en las distintas comunidades de la tierra, tales manifestaciones se denominan lenguas o idiomas.

      La lengua es un producto social y un conjunto de convenciones adoptadas por una comunidad lingüística que utiliza la facultad del lenguaje. Es decir, una lengua -castellano, ingles, gallego o chino- es la manifestación particular en una determinada comunidad de individuos de esa facultad general y especifica de los seres humanos a la que normalmente llamamos lenguaje. El lenguaje es, pues, conceptualmente mas amplio, ya que abarca la suma de imágenes verbales, con sus reglas de relación y funcionamiento, y el fenómeno humano del habla. Los problemas que plantea el lenguaje y su compleja naturaleza han dado lugar a tipos de estudio de muy diversa índole. La relación entre el individuo y el lenguaje es, por su parte, un caso sicolingüístico; entre el lenguaje y la sociedad se considera dentro de la sociolingüística, etc. Pero podemos decir que, en general, la lingüística es la ciencia que estudia las diversas manifestaciones del lenguaje humano hablado (la escritura es una representación grafica del lenguaje primario, que es el lenguaje oral).

       Ferdinand de Saussure (1857-1913), prestigioso lingüista suizo, en el “Cours de linguistique generale”, emprende, ante el enorme problema que plantea la heterogeneidad de la lengua y las diferencias idiomáticas, la búsqueda de unos universales lingüísticos o constantes comunes a todas las lenguas. La teoría saussuriana se basa en una serie de dicotomías:
1°) Lengua - habla: esta dualidad distingue entre sistema y realización del sistema. Lengua es el sistema de signos que todos los hablantes de una comunidad conocen. Es, a su vez, una noción abstracta. Habla es la realización concreta de la lengua por cada uno de los hablantes en particular.
2º) Significante - significado: componentes sígnicos, elementos del signo lingüístico. El primero es la sucesión fónica de la palabra y el segundo, la carga significativa, el concepto. La relación entre ellos es arbitraria y lineal.
3º) Diacronía - sincronía: dos perspectivas de examen científico de una lengua: Diacronía es su estudio a través del tiempo, de la evolución; sincronía, el estudio de su estado en un momento determinado de su historia. Es cuestión de método, pues la lengua es, en sí, evolutiva.

       La importancia del lenguaje radica no sólo en que es el más usual y completo medio de comunicación, sino también en que es conformante del hombre como tal, al tratarse de una característica exclusiva de la especie humana. Se debe a que además de medio de comunicación y nominación es, a la vez, un sistema de interiorización único mediante los procesos de abstracción y generalización que crea un rico mundo interior de contenidos base del pensamiento humano y de la posibilidad de evocación.

      Lo que distingue al hombre del resto del mundo animal es su capacidad de hablar. Y el fundamento reside en la Gramática que hace que el lenguaje sea esencialmente una característica humana, pues, a pesar de que otras criaturas son capaces de utilizar sonidos significativos, la unión entre el sonido y el significado es de una complejidad muy especial y de enorme perfección para el hombre, para quien tal unión equivale a la Gramática, es decir, al conjunto de relaciones complejas que se establecen entre los elementos del lenguaje.
     Las lenguas son el más poderoso, extraordinario y manejable medio de comunicación de que se ha provisto el hombre. Y son tan perfectas que con un limitado número de unidades y de reglas de combinación se pueden construir prácticamente infinitos mensajes. No hay nada que no se pueda expresar por medio de un idioma o lengua.

      El lenguaje es una herencia antiquísima del género humano que refleja los esquemas mentales con que los hombres se acercan a la realidad, la cual es un todo continuo e indiviso y el lenguaje, así como el mensaje, está compuesto de unidades discontinuas y articuladas entre sí. El lenguaje oral humano es el más eficaz de todos los medios de comunicación. Benveniste se pregunta si el lenguaje es un simple medio o instrumento de comunicación, y afirma que no; para él hablar de instrumento es oponer hombre y naturaleza. El fuego, la flecha o la rueda son fabricaciones, utensilios, pero no están en su naturaleza, por el contrario, el lenguaje está en la naturaleza del hombre, porque lo constituye como hombre y no se puede desgajar del hombre mismo. De ahí que Palmes hable de "homo loquens" en lugar de "homo sapiens" y Coseriu defina al hombre como "un ser hablante".

      Pueden advertirse manifestaciones comunicativas entre los animales: las hormigas tienen comunicación de carácter táctil y olfativo, los gritos de los cuervos, de los delfines, ciertos movimientos de los monos, o las abejas. Es cierto que estas disponen de comunicación bastante completa pero no hay respuesta ni, por tanto, diálogo; y en cuanto al contenido siempre es el mismo y no puede analizarse en sus componentes. Mientras que el humano se caracteriza por el análisis y combinación múltiple de elementos que con un número reducido de piezas se obtiene un cúmulo de comunicaciones variadas y diferentes.
Las formas de comunicación de los hombres son sumamente complejas. Al lado del sistema lingüístico, el principal y más perfecto, operan otros de carácter secundario y diferentes: Los paralingüísticos: interjecciones, gritos, indicadores emotivos: risa, llanto, gemidos. La comunicación cultural: las diversas artes, los ritos, las ceremonias, la danza... Y el complejo mundo de las señales: timbres, banderas, s. de tráfico.
El conjunto de los varios procedimientos de comunicación en la sociedad humana es estudiado por la Semiología: estudio de los signos, es decir, del lenguaje humano, que viene a ser el aspecto más importante de tal ciencia.

Así pues, se puede afirmar, que, por el lenguaje, el hombre es hombre y, por el mismo, es capaz de las más complejas elucubraciones filosóficas, de las exposiciones, de las abstracciones e intuiciones matemáticas y capaz, también, de expresar belleza. Por el lenguaje se funda la sociedad, la cultura, la poesía... Es, por tanto, algo más que un instrumento o medio de comunicación.
Camilo Valverde Mudarra
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Catedrático de Lengua y Literatura Españolas,
Diplomado en Ciencias Bíblicas y poeta.